Los niños superdotados son como la espuma que sobresale del nivel medio en una clase:
No necesariamente. Los niños superdotados pueden tener problemas de aprendizaje que no afloran al exterior y que pueden compensar con facilidad en los primeros años de escolaridad. A medida que pasa el tiempo, sin embargo, se van acumulando los problemas pudiendo redundar en su conducta y posterior depresión.
Los niños superdotados son tan inteligentes que les va bien con o sin programas especiales:
Puede parecer que se las pueden arreglar por su cuenta. Pero sin los desafíos y reglas adecuadas, llegan a aburrirse y resultarles difícil controlar su situación. A medida que pasan los años los retos se convierten en más y más arduos, debido a que nunca tuvieron que afrontarlos antes.
Superdotado y talentoso significa lo mismo:
Una vez más, no necesariamente. No existe una regla que indique que un niño sea capaz de marcar unos altos porcentajes en tests para ser considerados superdotados. Debemos recordar que las pruebas de rendimiento son “a nivel de grado” y que pueden pasar pruebas de talento académico y también de inteligencia individualizados. Tampoco no hay reglas que indiquen que los niños identificados como “superdotados” consigan altos estándares en una clase.
Estos estereotipos pueden ocasionar serios e irreversibles daños a ambos grupos. Cualquier niño debería poder beneficiarse del enriquecimiento de una educación suficiente pero los niños intelectualmente superdotados necesitan un círculo diferenciado y, posiblemente, incluso un entorno distinto.
Es mejor que realicen sus estudios con compañeros de su misma edad:
Si bien es cierto que los niños necesitan jugar e interactuar socialmente con otros niños de su edad, no es necesario aprender con ellos. Especialmente en el caso de niños que puede tener una edad cronológica de seis años y una edad mental de 11 años y que han estado leyendo desde los dos. Ponerlo en una clase de lectura con otros niños de seis años que estén aprendiendo a leer puede representarles una auténtica tortura.
Ser superdotado es algo para envidiar:
Este es quizás el mito más extendido pero más dañino. Los niños superdotados pueden sentirse aislados e incomprendidos. Tienen un gusto más adulto por la música, ropa, material de lectura, etc. lo que les diferenciarán con respecto a otros niños con el consiguiente rechazo e incluso ser agredidos verbal o físicamente por otros niños que no entienden su incompatibilidad con ellos. Los expertos en el campo de la educación de los superdotados están empezando a abordar más incidencias por TDAH en estos casos.
La mayoría de los padres quieren que sus hijos sean considerados como superdotados, pero hay una gran diferencia entre un estudiante de alto rendimiento y el intelectualmente dotado.
Mientras que muchos padres pueden tener la esperanza de que su hijo sea superdotado, no hay criterios específicos que deban cumplirse a fin de determinarlo.
Una Participación en Mitos sobre niños superdotados